Azotea, buena vista,
tejados húmedos
ventanas lloronas
parabólicas diabólicas
antenas como espadas medievales
decapitando nubes,
nubes aborregadas
como corderos inocentes,
viví frente a ella años
y años
y años...
Era joven, alta,
era casi rubia,
me comía las uñas, mi propia boca
me comí a mi misma mirando a aquella azotea
donde nunca era de día
del todo,
ni de noche
del todo.
Azotea telonera
mala escenografía inmutable,
nunca subía nadie
del todo,
nunca me arrojé al vacio
del todo.
T.AC. 1986